Anochecer

Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad

Jean Paul Sartre

 

Vidriosos, sin intención, se cruzaron los ojos de ambos. No se podía asegurar con certeza cuál fue el momento en que sus vidas fluyeron como dos afluentes por distinto camino para acabar convergiendo aquí, en este mar de quietud. Mientras para él la quietud era la forzosa interiorización de la duda, para ella era la verdad aprendida a golpes de capataz. Él, arrodillado, no podía apenas distinguir entre el suelo y el camino que marcaba el fúsil con el que ella, con seguridad de plomo, en posición perfectamente nivelada, apuntaba. Treinta grados, sólo treinta grados, marcaban el matiz que diferenciaba el color del atardecer del suelo: pronto convergerían químicamente presente y futuro.

 

_{Adrián Vaillo}  

 

2 comentarios

[Distinto - 09 de noviembre de 2009 - 13:03]

El pensamiento no es más que un sentimiento, y no somos mas que un pensamiento pegado. El sentido común une, porque no es más que el pensamiento en común. Ayer los dos pensaban de una única manera. Hoy ya cada uno, piensan de una manera distinta. Pero el pensamiento corre. Por lo tanto ayer se veían se sentían y se acercaban mediante un único pensamiento en común. Pero con el tiempo ese pensamiento cambia y aparece la duda, y asalta la sospecha. Ahora se ven y se sienten, pero en vez de acercarse, se alejan, porque ya no piensan igual cada uno piensa de una manera totalmente distinta, existe un desfase en el tiempo, un adelanto, por parte de uno de los dos. Uno representa la verdad, y otro a la duda. La verdad no tiene dudas, la verdad conoce, entiende, y comprende a la duda.


Un beso.

[Anaktub - 08 de noviembre de 2009 - 05:29]

Hay caminos en la vida que nos junta con la gracia y desgracia al mismo tiempo, es encontrar un espejo, el cual no refleja tu misma realidad sino otra opuesta a la tuya, aunque exista el mismo sentimiento.

Ya sabes...