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Distinto

Historia y Leyendas

Anochecer

Anochecer

Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad

Jean Paul Sartre

 

Vidriosos, sin intención, se cruzaron los ojos de ambos. No se podía asegurar con certeza cuál fue el momento en que sus vidas fluyeron como dos afluentes por distinto camino para acabar convergiendo aquí, en este mar de quietud. Mientras para él la quietud era la forzosa interiorización de la duda, para ella era la verdad aprendida a golpes de capataz. Él, arrodillado, no podía apenas distinguir entre el suelo y el camino que marcaba el fúsil con el que ella, con seguridad de plomo, en posición perfectamente nivelada, apuntaba. Treinta grados, sólo treinta grados, marcaban el matiz que diferenciaba el color del atardecer del suelo: pronto convergerían químicamente presente y futuro.

 

Adrián Vaillo  

 

Al atardecer

Al atardecer

Las doce, lugar de encuentro y desencuentro.

No habían dado las doce todavía,  cada vez se acercaban más, ya el reloj marcaba las doce menos cinco, poco  después daban las doce en punto y allí se econtraban, se unían, y se besaban, creyeron que  para siempre, y sonaron doce campanadas. Poco tiempo después alguien ya se alejaba se separaba despacio, sigilosamente,  cada vez más, y marcaban ya marcaba las seis en punto de la tarde. Era imposible estar más alejados  uno de otro,  ya no se miraban. Nadie sabía que se dirigían al lugar del encuentro.

¡Alejarse! ¡Quedarse! ¡Volver! ¡Partir! Toda la rutina  cabe en estas palabras

 

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A veces hablabas del amor de un modo que demostraba que se trataba de una experiencia personal. Te veo sentada en el crepúsculo de una tarde de invierno, con los dedos extendidos ante el fuego, contemplándolo fijamente y diciendo: "No, Stephen; no empieza así; no es cuando dos personas se sienten atraídas, sino en el momento en que comprenden que son distintas, tan distintas que resulta terriblemente doloroso, casi insoportable. Es como el polo Norte y el polo Sur. Es imposible estar más alejados, pero al mismo tiempo no puede haber dos puntos más cercanos en la superficie terrestre, porque entre ambos existe un eje y todo gira a su alrededor

 

Christopher Isherwood

El Despertar

El Despertar

 

Habla el pasado al futuro, y el futuro toma  las riendas  del pasado, para acabar también siendo pasado. De repente, Edelmiro deja de mirar hacia el futuro, (EL) echa la vista atrás, y se encuentra y reconoce a su pasado (EL). El pasado siempre  vuelve cuándo menos,  la historia se repite.

Cuándo no se puede recordar un pasado o no se ha comenzado o es que  estamos condenados a repetirlo.

Edelmiro, hijo, los años me pesan ya... Toda mi vida he tratado de conseguir dos cosas: la primera, mantener mi honor en cualquier circunstancia; la segunda, afianzar una herencia, un lugar, una casa, unas tierras, algo con lo que dar continuidad a nuestra estirpe a través de ti. Ha llegado ya el momento en el que asumas tu destino, hijo, y ocupes mi lugar, como Conde, como heredero, y como padre de mis nietos.

Al lado de la chimenea enorme, recortada su silueta contra los reflejos dorados y rojos de las llamas, así hablaba el Conde del Júcar. Su hijo, un joven de barba primeriza y bien recortada, escuchaba cabizbajo, viendo llegar el momento de abandonar la alegría de su juventud, la libertad de su mocedad. Se le pasó por la cabeza una idea: la vida era una repetición absurda. Los padres pedían a los hijos que hicieran lo mismo que ellos, que fueran iguales. Edelmiro se imaginaba a sí mismo ya anciano, en esa misma chimenea, ante la cual seguro que había posado su abuelo.

Recordaba Edelmiro las jornadas de ocio pasadas con sus amigos, las fiestas en el cercano Villaverde, las aventuras en el río... Todo eso iba a desaparecer cuando se convirtiera en Conde. Debería casarse, con alguna dama estirada de la nobleza, organizar aburridas recepciones, calcular diezmos y exigir pagos... No era muy halagüeño su futuro, pero miró a su padre, y en ese momento se dio cuenta de su senectud. Cuando uno vive con alguien de su familia, y lo ve todos los días, el tiempo pasa entre los dos como niebla ante los ojos, y uno y otro van sucumbiendo poco a poco a los cambios, pero ninguno se da cuenta, hasta que, de repente, un buen día, la niebla del tiempo desaparece, disuelta por un rayo del sol de la razón, y entonces se ve la realidad, el pelo blanco y lacio, los dientes oscuros, los ojos brillantes hundidos tras las ojeras... Edelmiro vio en ese momento a su padre cómo realmente era, un anciano,  sintió compasión, y decidió complacerle.

Basado en  la  leyenda de Cuenca

La Ratonera

La Ratonera

 

Tres pasos

De la perdida de la inocencia, al paso del idealismo juvenil y más adelante a la brutalidad de una situación, que no es elegida precisamente sino impuesta, impuesta  por factores externos que  obligan a actuar bajo reglas impuestas, y a éste  protagonista a actuar bajo ellas por factores externos, que son los que  le llevan a cometer los hechos.

La Pasión

En la tragedia de Hamlet, el hecho que desata la pasión es la muerte del padre de Hamlet, mas bien un asesinato causado por su tío, Claudio.
A esto se le suma el dolor que siente Hamlet ante la traición de su madre por haberse casado con claudio, el asesino de su esposo, y nuevo rey de Dinamarca.


Hamlet se entera de lo sucedido, por que tiene un contacto con el fantasma de su padre, el cual le cuenta todo lo sucedido;...estando en el jardín dormido, me mordió una serpiente...pero tu debes saber noble joven, que esta serpiente que mordió a tu padre ciñe hoy la corona...; pero en realidad Claudio había vertido un fuerte veneno en el oído del padre de hamlet, mientras el dormía una siesta en el jardín. Esa fue la verdadera causa de la muerte del padre de Hamlet.

Hamlet se encuentra en una situación muy confusa,  no sabe si de verdad se le haya aparecido el fantasma de su padre o no.

Ante lo sucedido, Hamlet toma la decisión de vengar la muerte de su padre, tal como se lo había suplicado aquel fantasma de su padre;...Si, borrare toda las memorias, todo registro tribal y fauto...y solo tú mandato vivirá en el libro y volumen de mi cerebro, sin mezcla de materia inferior...


Como consecuencia de la muerte de su padre, Hamlet, toma el valor suficiente para vengar la muerte de su padre.


Hamlet decide tomar venganza de una forma muy peculiar. Al principio, Hamlet se mantiene mostrando constantes ironías en contra de Claudio y de su madre, por lo que se le adjudico una locura ya intolerable, pero esa locura era inexistente ya que era una estrategia que Hamlet tenia para realizar la venganza de su padre.
A su vez Hamlet mantenía un romance con la Hija de polonio, Ofelia, de la cual estaba muy enamorado. Polonio, persona de confianza del nuevo rey Claudio prohibió ese romance por medio a la locura de Hamlet por que argumentaba que era perjudicial para Ofelia.

Ofelia, obligada por su padre y su hermano, acaba su relación amorosa con Hamlet, dejandole en un estado de extrema furia.

Hamlet, para resolver sus dudas, ordena a hacer una obra teatral con los hechos hasta entonces haciendo aparecer en la obra el "fantasma". Quería hacer todo esto para poder ver la reacción del rey y sí, acaba convencido de que el fantasma de su padre le había dicho la verdad.

Hamlet decide realizar la obra de teatro con los mejores Actores de Dinamarca, los cuales son contratados por él para realizar la obra que supuestamente desataría la venganza. La obra consistía en una representación del asesinato de su padre, tal como el fantasma se lo había relatado...a esta verdad no la conocía ninguna persona en el reino, por lo que debía producir una gran reacción de sorpresa en todo el publico presente y, sobre toda en Claudio quien no soportaría la presión de ver la verdad de la mentira que tanto ocultaba...


Comienza la función y Hamlet se desenvuelve con su característica ironía que se manifiesta durante toda la tragedia...Hamlet se encuentra ansioso por ver la reacción de Claudio ante semejante muestra de lo que el mismo había realizado, La obra transcurre con normalidad hasta que la entrada de una persona vestida de negro, y totalmente encapuchada derrama un extraño veneno en el oído del actor que realizaba el personaje del padre de hamlet. Esto hace que la tensión suba demasiado en toda la sala del castillo y entonces Claudio se levanta desesperado de su sillón ¡salgamos!!...

Esta es la muestra que Hamlet tanto había esperado...por lo que en este momento toma el valor suficiente para desafiar el destino y poder librar el alma de su padre de las pesadumbres que estaba viviendo.


Cuando Hamlet decide ir a matar al rey lo encuentra rezando, totalmente afligido por lo sucedido y entonces procura perdonarle la vida una vez mas.
...!Ahora podría hacerlo!, ahora que esta rezando...pero debo pensarlo bien...un miserable asesina a mi padre , y yo de único hijo, enviarle a este al cielo. Eso seria un premio, una recompensa, no una venganza!... Esto dijo Hamlet y le perdonó la vida a Claudio.

William Shakespeare

 

La confusión dominó su manera de entender, de esta manera comenzó la movida interna de Hamlet, él comenzó a dudar, y de la duda a la sospecha, y a temer y a desconfiar, de si y de sus colegas, hasta de Ofelia, la  que quería; y comenzó a sentirse apartado,  y  solo.


Repeticiones

Repeticiones

 

Para que su horror sea perfecto, César, acosado al pie de la estatua por los impacientes puñales de sus amigos, descubre entre las caras y los aceros la de Marco Bruto, su protegido, acaso su hijo, y ya no se defiende y exclama: ¡Tú también, hijo mío! Shakespeare y Quevedo recogen el patético grito.

Al destino le agradan las repeticiones, las variantes, las simetrías; diecinueve siglos después, en el sur de la provincia de Buenos Aires, un gaucho es agredido por otros gauchos y, al caer, reconoce a un ahijado suyo y le dice con mansa reconvención y lenta sorpresa (estas palabras hay que oírlas, no leerlas): «¡Pero, che!» Lo matan y no sabe que muere para que se repita de nuevo la escena.

 «La trama», El hacedor.

Sorprendentes las coincidencias entre dos presidentes de Estados Unidos de Norteamerica. Abraham Lincoln y John Fitzgerald Kennedy fueron designados congresistas en 1847 y 1947 respectivamente (diferencia de 100 años).

Lincoln fue elegido presidente en 1860, justo cien años después, en 1960 fue elegido presidente Kennedy. Medían 1’83 metros y sus apellidos tenían siete letras. Los dos presagiaron sus muertes ya que fueron vaticinadas por varios videntes. Además el secretario de Lincoln, apellidado Kennedy, y el de Kennedy, apellidado Lincoln, recomendaron no acudir a los lugares donde morirían.

Fueron asesinados en viernes, por balazos en sus cabezas, disparados desde atrás y delante de sus mujeres; mujeres con las que perdieron un hijo durante su estancia en la Casa Blanca.

Booth disparó a Lincoln en el teatro Ford y se refugió en un almacén; Oswald disparó a Kennedy -que viajaba en un coche Lincoln de la casa Ford- desde un almacén y se ocultó en un teatro.

Los nombres completos de sus presuntos asesinos, nacidos en 1839 y 1939, suman quince letras cada uno, eran sureños y fueron asesinados horas después de los asesinatos -sin haber confesado su culpabilidad- por dos vengadores; denunciándose en los dos casos la existencia de conspiraciones que implicaban a personajes norteamericanos muy influyentes.

Sus sucesores Andrew Johnson y Lindon Johnson (nombres de seis letras) eran senadores, demócratas del sur y nacieron, el primero, en 1808 y, el segundo, en 1908 (nuevamente 100 años de diferencia).

Una semana antes de su muerte, Lincoln estaba en Monroe, Maryland.Una semana antes de su muerte, Kennedy estaba con Marilyn Monroe.


Horizonte

Horizonte

El arte: un sentimiento no expresado con palabras. 

Cuántas palabras ya se han derrochado sobre ti y cuántas, me pregunto,
han sido capaces de acariciar tu alma como mi pensamiento infinidad de
veces, ha hecho con tu cuerpo sin pedir permiso, porque sólo así se ama a

una musa,
en silencio, en secreto, con miradas...

Nada que no te hayan ya dicho, puede sorprenderte porque bien has
asimilado tu condición de Sirena imperturbable, más has de saber
algo que ni aquel que ha conocido tu tálamo ha visto revelado... que
eres mi deseo inalcanzable ventilado en tu aun ingenua faz que sonrojada
cual clavel, ha sabido cautivar la prosa de quien ahora se desgaja por la
silueta que formas con tu andar, eres el misterio que tan sólo me permites
admirar. No importa que mis ojos mientras puedan, sabrán perderse en el
horizonte de tus cuatro puntos cardinales...

Autor Desconocido.


Volver

Volver  

Le explico a Horacio:
-Hoy he recibido la invitación para el acto de Manuel que se hizo el lunes.
Horacio comenta:
-Lindo tema para un cuento fantástico.
No me dice cómo, queda a mi cargo.
Decido volver al lunes, pero el acto se ha suspendido. Tengo que volver al jueves, el día que hablé con Horacio.
Pero al regresar ya no es jueves, sino viernes. Entretanto el jueves ha ocurrido que...
Reflexiono que de otra manera ya me ocurrió. Yo tenía que buscar, hacia atrás, a una mujer. Y ella tenía que buscarme a mí. Retrocedimos, pero cada uno por su propia inspiración y sin ponernos de acuerdo previamente.
Nunca coincidimos en nuestros retrocesos e intentando dar con el día exacto para los dos, malgastamos la vida.
Cada vez llegábamos más atrás en el calendario.
Deduzco que, de una y otra experiencia, podría sacar una conclusión, aunque evidentemente amarga:

No se puede volver a lo que se quiso.

Antonio Di Benedetto

El vuelo de la serpiente

El vuelo de la serpiente

Aunque nació pegada al suelo, siempre añoró las nubes. Asomando su cabeza fuera del agujero que era su hogar, admiraba el vuelo de las aves. "Has nacido serpiente, tu sino es arrastrarte, enroscar, apretar y soltar", le decían sus mayores. Ella intentaba acostumbrarse a la idea, sin lograrlo.
Un día tuvo una revelación: no volaba porque no lo había intentado. A veces basta con creer en los milagros para presenciar su realización.
Le tomó días, quizás meses, quién sabe si años, llegar a la cúspide que había situado como el punto más alto de la ciudad. Arribó a la cima, envejecida, exhausta, mas convencida de la certeza de su vuelo. Apenas había que asomarse al cielo y desear con intensidad.
Se desprendió con elegancia, la brisa que acariciaba su piel, la ingravidez de su ondular, le demostraron que todo era posible.
Sólo el pavimento supo de su fracaso. Tal vez, aquella rueda implacable que pasó sobre sus restos, guarda también memoria del suceso, mas lo dudo, todos los días caen serpientes de los rascacielos.

Rojas Tamayo.

Amores de leyenda

Amores de leyenda

Patroclo, en este escrIto  es el gran amigo de Aquiles, desde la infancia. Se educan juntos y viven todas sus aventuras en común.  La amistad es un elemento  importante en este mito.


Para los antiguos griegos, la amistad entre hombres era una virtud, encarada como un verdadero ideal. Tal admiración por la amistad masculina es explicada por la posición social inferior de la mujer.  Durante todo el día, griegos y troyanos lucharon encarnizadamente por el cadáver de Patroclo.

Cuando Aquiles conoce la noticia, rompe en terribles sollozos, coge puñados de tierra y los arroja sobre su cabeza, se tiende en el suelo y se arranca los cabellos. Uno de sus hombres le sujeta las manos, temeroso de que se degüelle con la espada.  Su madre, la diosa Tetis, se le aparece y le consuela, pero Aquiles responde que ya no quiere vivir ni inquietarse por nada humano, mientras no rinda el alma Héctor, herido por su lanza, en venganza de Patroclo.

Por fin pudieron los griegos poner a Patroclo al abrigo de los dardos, acostándole en un lecho. Y dice Homero que sus compañeros lloraban a su alrededor en compañía de Aquiles, el de los pies ligeros, que derramaba lágrimas ardientes al mirar tendido en el féretro al mejor de sus amigos. Velaron a Patroclo toda la noche, y Aquiles, que presidía el duelo, pronunció estas palabras:

¡ Patroclo! Ya que yo he de bajar después que tú a la tumba, no quiero enterrarte sin haberte traído las armas y la cabeza de Héctor. Ante tu pira funeraria sacrificaré doce ilustres hijos de troyanos para vengar tu muerte. Hasta ese momento descansarás en mis naves. Así habló Aquiles, y ordenó a los suyos que pusiesen un gran trípode al fuego y calentasen agua. Lavaron después el cuerpo de Patroclo, lo ungieron con aceite,  colocaron el cadáver sobre el lecho y lo cubrieron de pies a cabeza con un sudario de lino ligero.

Aquiles, enfurecido por la muerte de su amigo, obtuvo de su madre una nueva armadura forjada en la fragua de Vulcano, y salió al campo de combate, donde mató a Héctor, arrastrando su cuerpo atado a su carro en torno a los muros de Troya, sin permitir que tuviera los ritos funerales. 

Sólo cuando Príamo, el padre de Héctor y rey de Troya, vino en secreto a entrevistarse con Aquiles, éste le devolvió el cuerpo del héroe, en uno de los pasajes más emotivos de la Ilíada. En su ultima batalla Aquiles, combatió junto a Memnón, rey de Etiopía. 

Muerto el rey, Aquiles dirigió a las fuerzas griegas hacia la murallas de Troya.  Paris sale a combatir a Aquiles para vengar la muerte de su hermano Héctor, y dispara una flecha que dirigida por el dios Apolo hiere a Aquiles en el talón izquierdo y le mata. 

Tetis, madre de Aquiles, es una nereida y consigue para su hijo la inmortalidad en el Olimpo. Aquiles ha llegado a ser en todas las lenguas la personalidad del valor

 Autor desconocido